30 de diciembre de 2009

Estamos salvados...

Seguridad máxima contra incendios en las gasolineras indias...

29 de diciembre de 2009

Falas portugues?

Falas Portugues? Es la última frase que esperaba de boca de un abuelillo indio que estaba sentado en su puesto de chicles-patatas-tabaco en una aldea perdida de la Isla de Diu. En realidad, no es extraño si se tiene en cuenta que esta isla fue colonia portuguesa hasta hace cincuenta años. Pero de primeras, sorprende.

Este señor no es la única pista que indica que los portugueses pasaron por aquí. Las calles estrechas del pueblo, las casas de colores, la fortaleza y las iglesias son también prueba de ello.


Este es uno de los atractivos turísticos de la isla, pero también lo son sus playas, tranquilas y estupendas para relajarse. Todas menos una, plagada de turistas indios que vienen a darse un chapuzón y a beberse unas cervezas, aprovechando que Diu es uno de los pocos lugares de Gujarat donde no llega la ley seca...

22 de diciembre de 2009

El periódico de las medias naranjas

21 de diciembre de 2009

Un mundo sin Navidad

Se hace raro estar a unos días de Nochebuena y no ver miles de luces en las calles, gente cargada de bolsas con regalos o anuncios de juguetes en la tele. Ni rastro de Navidad en India, salvo por contadas excepciones que recuerdan que en otra parte del mundo es la hora de los regalos y las cenas familiares....


Se puede encontrar algún gorro de Papa Noel por la calle...


... y luces en la iglesia principal de la ciudad, que recuerdan más a Cortilandia que a un lugar sagrado. El estilo indio de la Navidad... ¿Pero qué se podía esperar de la decoración de una iglesia que el resto del año no tiene luces pero esta pintada de rosa chillón?

Para los que estén en esa otra parte del mundo con celebraciones... FELIZ NAVIDAD

13 de diciembre de 2009

¡Viva los novios!

¿Y como es una boda india? No puedo contar como son los tres días que suelen durar las bodas porque no he tenido la oportunidad de verlo, pero puedo describir el banquete que tiene lugar tras la ceremonia. Esta es la época de las bodas y da igual que sea sábado, lunes o miércoles, que en las afueras de la ciudad o en cualquier parque público se montan carpas para celebrar banquetes de boda.

No es muy distinto a lo que estamos acostumbrados: un jardín, mucha comida, mucha gente... aunque, obviamente, con pequeños matices. El jardín suele estar decorado con colores, luces parecidas a las de Navidad y con un sentido de la elegancia un poco distinto (vamos, que en España sería una auténtica horterada). Mucha gente significa mucha más gente de lo normal en una boda. Las invitaciones llegan a todas las personas que conocen a los novios y los invitados pueden llevar a quien quieran con ellos (sino por qué iba a acabar yo en una boda india). Así que en el banquete hay decenas de personas, algunas de ellas familiares, otras amigos y otras simples conocidos que se acercan a ponerse las botas... Mi pregunta ¿cómo se come en una boda india? esperaba una respuesta tipo De pie, Sentados alrededor una mesa o algo parecido, pero la respuesta fue: A dos manos. Y así es. Básicamente se puede dividir el espacio donde se celebra el bodorrio en dos partes: un escenario donde los novios esperan a que todos los invitados pasen a saludarles y a hacerse una foto con ellos, y un jardín con numerosas mesas en las que unos atareados cocineros ofrecen todo tipo de platos y postres a todos los que se acercan, que no son pocos.

Lo que más sorprende es la falta de alcohol. Gujarat es estado seco, con o sin bodas. Nada que ver con cualquier festejo español, donde nunca falta un buen vino, unas cervezas y lo que venga después. Es difícil recordar la última vez que fuimos a un evento parecido y no había botellas de vino o ron sobre la mesa... probablemente porque nunca ocurrió...

11 de diciembre de 2009

Cosas de arquitectos

Al hablar de las ciudades indias probablemente a todo el mundo le vengan las mismas ideas a la cabeza: caos, tráfico, pitidos, calles abarrotadas de gente, ruido, vacas, puestos ambulantes... Las impresiones y las palabras pueden cambiar en cada persona pero seguro que a nadie le viene esta imagen a la cabeza…

Sí, esta ciudad existe en India y se llama Chandigarh. Es una ciudad cuadriculada, dividida en sectores, con anchas avenidas por las que no pasan apenas coches, con amplios jardines, con rotondas, sin basura en la calle y un largo etcétera que sorprende tras estar un tiempo en este país. Una ciudad diseñada por Le Corbusier y construida desde cero, al contrario que el resto de ciudades, que van creciendo conforme a las necesidades de sus habitantes. Por cierto, los habitantes de esta ciudad parece que se hayan escondido en algún rincón porque son pocos los que se ven por la calle.

Este sitio puede ser un buen refugio para los turistas que se sientan aturdidos en este país y necesiten algo parecido a una ciudad europea. Pero al cabo de un par de horas, cuando se han visitado los edificios importantes del arquitecto y el bonito parque decorado con basura reciclada, puede resultar aburrida.

9 de diciembre de 2009

Pocket Mein Rocket

Lo tenía que poner...


Lo peor de todo es que es pegadiza!

8 de diciembre de 2009

Manikaran, la joya de la oreja

Cuenta la leyenda que una de las joyas de la oreja de Parvati cayó en estas aguas y desapareció. Shiva ordenó a sus discípulos la búsqueda de la joya pero estos no fueron capaces de encontrarla. Esto despertó la furia de Shiva y su tercer ojo divino silvó un horrible soplido que provocó que las aguas se calentaran. La joya salió de las ardientes aguas acompañada de otras muchas y la ira de Shiva desapareció.

Los vapores del agua caliente siguen invadiendo la aldea de Manikaran donde hay zonas en las que el agua brota a 90ºC.


[Del sánscrito, Mani significa joya y Karan, oreja]

6 de diciembre de 2009

Como en otro país...

Un viaje al norte de India siempre viene bien para dejar el sofocante calor apartado durante unos días. El frío y la nieve de los Himalayas hacen que uno se confunda y piense que ha cambiado de país. Y esta confusión se acentúa al pasar por Mc Leod Ganj, pueblo donde se encuentra el Gobierno tibetano en el exilio.


La mayoría de los habitantes de este pueblo son refugiados tibetanos. La imagen que solemos crear en nuestras cabezas al escuchar la palabra "refugiado" nada tiene que ver con lo que se puede ver en este pueblo, donde la calidad de vida es mucho mejor que la que se acostumbra a ver por India. Un pueblo limpio, con modernas cafeterías y tiendas en las que venden prendas de abrigo de buenas marcas. Hasta ponen los precios y no se regatea apenas, nada que ver con el resto del país... En este lugar se mezcla la tradición y la modernidad en cada rincón. En la calle se cruzan monjes budistas ataviados con sus telas granates y jóvenes que visten a la última moda, como si hubieran sacado su ropa de cualquier tienda de Madrid o Londres.


Aquí es donde el Dalai Lama tiene su residencia oficial, pero si se va de visita unos días a este pueblo no hay que esperar encontrárselo por la calle porque no es lo habitual... Casualidades de la vida, el dirigente tibetano iba a comparecer ante sus compatriotas justo el día siguiente a nuestra llegada a Mc Leod Ganj. No hay fotos para probarlo, ya que los eficaces sistemas de seguridad nos impidieron entrar al recinto con cámaras o teléfonos móviles. No sé muy bien por qué pero creo que todo formaba parte de una estrategia elaborada por la señora que tenía una tienda enfrente del lugar donde se registraba a la gente, que se hizo de oro guardando las pertenencias de todos los que querían entrar.

Y finalmente el Dalai Lama llegó y comenzó su discurso. ¿Y con qué empezó el líder espiritual? Con una broma, a la que siguieron las risas de todos los que escuchaban. Hablaba lento y tranquilo y mezclaba su discurso con algún chascarrillo que despertaba a los que empezaban a dormirse después de escuchar cómo daba vueltas a la misma idea durante una hora. No sé cuantas veces pudo repetir las palabras "peace of mind" y "materialism"... Pero aun así, nadie se movía del sitio y seguía escuchando al gran líder del budismo tibetano.

Dalai Lamas aparte, Mc Leod Ganj es el lugar indicado si se quiere saber más acerca de la historia del Tibet y la sistemática erradicación de la cultura y religión del pueblo tibetano por parte del Gobierno chino.


Por cierto, hay que probar la cocina tibetana (si no se ha hecho ya en alguno de los restaurantes de refugiados tibetanos salpicados por el país) pero hay que tener mucho cuidado con los momos porque son peligrosamente adictivos...

5 de diciembre de 2009

Reflejos de oro

El templo más sagrado para los sijs se encuentra en Amritsar y se hace llamar Templo Dorado, es obvio por qué. Todo el que quiera visitarlo será bienvenido con una sonrisa siempre que entre sin zapatos y se cubra el pelo. Y, aunque parezca extraño, no hay que pagar ni una rupia para entrar.

Lo especial de este sitio no es solo el color dorado del templo, que reluce especialmente cuando el sol choca contra en él, sino el ambiente que se respira: el agua y sus reflejos, la devoción de los que llegan a él para rezar, bañarse y realizar sus ofrendas, las oraciones en forma de música que provienen del interior del templo... Todo esto reviste el recinto de una tremenda espiritual y tranquilidad, que se agradece sobre todo si el día anterior uno ha estado paseando por la frenética Delhi.

4 de diciembre de 2009

Benarés y el sagrado Ganges

Benarés, ciudad famosa por sus ghats (escaleras que bajan al Ganges) y por los crematorios cercanos al río, donde la muerte está presente las 24 horas del día. Morir en el sagrado Ganges para acabar con el ciclo de reencarnaciones y ser libre, ese es el objetivo de muchos.


Pero no es sólo la muerte lo que está presente en esta ciudad llena de vida. Además de albergar crematorios, los ghats están repletos de personas que bajan al Ganges a bañarse, a meditar, a hacer gimnasia, a lavar la ropa, a trabajar como barqueros, a rezar... En definitiva, es el lugar donde tiene lugar la vida social de la ciudad y donde numerosos peregrinos acuden para realizar rituales cerca de este río sagrado.





Obviamente, una de las cosas que más impresiona es la muerte, el humo que se desprende de los montones de madera apilados y las barcas repletas de troncos que llegan a los crematorios para ser pesadas y vendidas a los familiares. Es extraño como la muerte se ha convertido en un reclamo turístico y las cremaciones en todo un espectáculo. Y cuando el olor empieza a ser desagradable, el turista sólo tiene que adentrarse en las callejuelas cercanas y cientos de tiendas pueden hacerle olvidar lo que acaba de ver. Aunque no siempre es posible. En algunas de las estrechas calles que van a dar al crematorio principal se puede observar como, mientras los turistas regatean el precio de unos pantalones, una decena de hombres bajan cantando y llevando en sus hombros a otra persona cuyas cenizas flotarán en unas horas en las aguas del Ganges.

3 de diciembre de 2009

Taj Mahal

De vuelta otra vez a India. Y, para que no quepa duda, con el símbolo más significativo del país para los turistas: el Taj Mahal.


Creo que nunca nadie se ha ido de este país sin tener su foto con el archiconocido mausoleo. ¿Es para tanto? No lo sé, será cuestión de gustos. La verdad es que impresiona cuando lo ves mientras atraviesas la gran puerta que está enfrente (aunque supongo que sería mucho más impactante si no lo hubiéramos visto una y otra vez en fotos) y a medida que avanzas comienzas a sentirte como si estuvieras en una postal gigante.

Nada más entrar, todos hacemos lo mismo: desenfundamos la cámara e intentamos hacer la foto que tantas veces hemos visto en las revistas de viajes. Sí, todos. Y quien diga que no, miente.


Nadie se resiste a tomar unas cuantas instantáneas del fotogénico Taj Mahal. Y después de las fotos de rigor viene lo peor... cuando la gente empieza a poner posturas raras emulando que coge el gran Taj Mahal con la mano o lo sostiene por la cúpula. Tiene su gracia observar durante un rato las tonterías que hacemos cuando estamos en lugares de este tipo...


- ¿Cual es la clave?
- El color blanco impoluto con el fondo azul del cielo.
- No, la escala. La escala es la clave.

1 de diciembre de 2009

Perplejidades

Hoy no escribiré nada sobre India. Dejo las fotos y las historias de los últimos días de viaje para otro momento. Hoy quiero dedicarle esta entrada a la lucha del pueblo saharaui, del que no me olvido por muy lejos que esté. Antes de comenzar mi viaje hace quince días leí en el periódico que Aminatou Haidar había un comenzado una huelga de hambre. Dos semanas después he vuelto y ella sigue luchando en el aeropuerto de Lanzarote.

No quiere ser extranjera en su propia casa. Esto es lo que ha dicho a la oferta de un pasaporte español que le ha propuesto Moratinos, el cual se ha declarado perplejo ante la negativa. Perplejo debería estar ante la violación de Derechos Humanos que sufren los saharauis en su propia tierra, perplejo ante los miles de refugiados que viven desde hace más de tres décadas en medio del desierto argelino, perplejo ante la inutilidad de la ONU y sus resoluciones (violadas una y otra vez por parte de Marruecos), perplejo ante la pasividad del Gobierno español, y un largo etcétera de situaciones por las que este señor debería sentirse perplejo. Pero lo que le alucina a nuestro querido Ministro es que Haidar luche porque se respeten sus derechos, su dignidad y la del resto de saharauis, oh! que locura la de esta mujer!


SAHARA LIBRE

Firmas en todosconaminatou@gmail.com