30 de enero de 2010

Chinatown


El barrio chino de Bangkok es un laberinto de calles llenas de gente, tráfico y, ahora que queda poco para el año nuevo chino, adornos para la ocasión...


Andar por aquí es como estar en la típica tienda de los chinos de España pero a lo grande. Es el paraíso de los amantes de Hello Kitty y Doraemon, el lugar donde más horquillas y gomas para el pelo hay por metro cuadrado, sin olvidarse de los montones de pegatinas de muñecos, corazones y brillantes, los gatos que mueven el brazo sin descanso y todo tipo de juguetitos de plástico.



29 de enero de 2010

Las caras de Bangkok

No sé qué le viene a cada uno a la cabeza al pensar en Bangkok... Si esto...


O esto...


Esto...


O esto...


Pero no es necesario elegir. Esta ciudad es una mezcla de modernidad y tradición como nunca había visto. Así que es mejor imaginársela así...


Así...


O así...


Y es que en esta ciudad de rascacielos, calles enteras llenas de centros comerciales, un 7 Eleven en cada esquina, gente que viste y peina a la última moda y anuncios por todas partes, todavía queda espacio para las tradiciones. Así que aquí es de lo más normal ver templos incrustados entre dos grandes almacenes y jóvenes ultramodernos encendiendo inciensos y rezando antes de una tarde de compras...

28 de enero de 2010

Primeras impresiones desde Bangkok

Y aterricé en Bangkok... ¡Menudo cambio!

La gente que me rodea ahora tiene rasgos achinados, es muy sonriente (pero mucho más distante que los indios) y no tiene ni idea de inglés (y si la tiene es una tarea difícil entenderles, ahora que me había acostumbrado al acento indio...). Las calles están limpias, la pobreza no se palpa a cada paso, el tráfico es ordenado (aunque también muy abundante), los rascacielos se mezclan con pequeñas casas y templos muy distintos a los hindúes, las calles estrechas con amplias calles de ocho carriles (¡con semáforos y pasos de cebra!), hay carreteras a distintos niveles que se cruzan con una especie de metro que va por encima de la ciudad (este si que vuela y no el de Madrid), barcos que son como autobuses por el río... Nada que ver con India.




Pero no todo son rascacielos en esta megaciudad. Hay muchos barrios con mercaditos donde venden de todo... Desde posters con la foto del rey (que aquí es omnipresente), amuletos, medicina natural ¡y hasta dentaduras postizas! Y comida... mucha comida. Parece que nadie come en su casa. Miles de puestos a cada paso venden noodles, arroz, fruta y todo tipo de comida en bolsitas de plástico. Y aquí nada de vegetarianismo... el pescado y los pinchos morunos están por todas partes. Y montones de cosas más que todavía no tengo ni idea de qué son...


Y el turismo... Un turismo agresivo que ha convertido el barrio de Banglamphu en un ghetto para turistas ataviados con ropa playera y chanclas que disfrutan comprando y bebiendo cerveza a todas las horas del día para soportar el sofocante calor, mientras escuchan Bob Marley... Eso sí, ni un tailandés por aquí, a excepción de los jóvenes que trabajan poniendo copas y dando masajes en los pies a los cansados turistas.

Demasiadas cosas para contar en poco tiempo así que mañana más...

27 de enero de 2010

Últimas cosas bonitas de India antes de partir...

Ahí van unas cuantas cosas bonitas de este país que voy a abandonar durante dos meses... El Gobierno indio ha cambiado las normas y ahora conseguir un nuevo visado no es tan fácil como antes. Ya no vale con salir del país, ir a la embajada india de Nepal o Sri Lanka y volver en cinco días. Ahora hay que estar dos meses fuera. Así que ahí van unas cuantas cosas del último viaje por Rajasthan...

Pushkar y su lago (aunque ahora está casi seco...)


Los templos de Chittogarh


Jodhpur, la bonita ciudad azul...


Y, finalmente, la caótica Delhi, en la que siempre se descubren nuevos tesoros, como la puerta de la primera mezquita que se construyó en India, que te deja con la boca abierta...


Y llegó la despedida... Y qué mejor que dos días enteros (con sus dos noches) de tren para llegar hasta Chennai, al sur de India, viendo como a media que avanza el tren el paisaje va cambiando, es más verde, con más palmeras y campos de arroz; así como la gente, que cada vez tiene un color de piel más oscuro...

Y desde allí coger un avión rumbo a otros mundos...

24 de enero de 2010

Which country? Spain, Spain...

Al decir en India que tu país de origen es España te puedes encontrar con distintas reacciones: que sepan donde está (que no es lo más común), que te digan "ah! nice!" pero que en realidad no tengan ni la más remota idea de donde ubicarlo (que es la reacción mayoritaria) o que, de repente, un señor mayor que parece que no puede ni articular una palabra te sorprenda con un "Ah! Spain! El Quijote de Cervantes, Lorca..." y te deje de piedra.

Pero teniendo en cuenta que esto último no es lo más normal, sorprende bastante cada vez que se ve algo relacionado con España en este rincón del mundo... Por ejemplo, choca encontrarse con una página entera en el Times of India que anuncia el turismo en España con el slogan "The friendliest corner of Europe", debajo de una foto de una señora vestida de flamenca, por supuesto.

Pero lo que nunca nunca nunca esperas encontrar es un restaurante que se llame Casa Manolo en medio de una carretera perdida en el Rajasthan... Pero como dicen aquí, "en India todo es posible". Y Casa Manolo existe, eso sí, sin tapitas de jamón y chopitos... Ya era mucho pedir...

23 de enero de 2010

Una guerra de colores

El 14 de enero, como todos los años, niños y mayores se despertaron con un solo objetivo en la cabeza: subir a la azotea de sus casas y echar a volar sus cometas. Además, salió el día perfecto, soleado pero con viento. Durante todo el día millones de cometas sobrevolaron la ciudad. Parecía el final feliz de una película, justo cuando comienzan a salir los créditos: todo el mundo en los tejados, música y montones de cometas de colores...

Las semanas anteriores todo en la calle recordaba que ya quedaba poco para el gran día. Los mercadillos de cometas inundaron la ciudad, la gente las llevaba debajo del brazo en sus motos o bicicletas, las calles estaban llenas de puestos donde se pintaban de colores los hilos que luego se atarían a los rombos de papel... ¡parecía que media ciudad trabajaba de repente en el negocio de las cometas! Y los que no trabajaban en ello aprovechaban para comprar montones de ellas y llevarlas a sus casas.

Y llegó el día y comenzó la guerra. Los más expertos se pasaron el día entero cortando con sus cometas los hilos de las de sus vecinos. A cada segundo se escuchaban gritos de guerra que anunciaban que desde esa azotea habían dejado sin cometa a alguien de la azotea de al lado... Otros se las ingeniaban para tener la cometa más bonita o para fabricar con papeles de periódico la cola más larga...


Y así hasta que se hizo de noche, cuando las cometas dejaron de verse y comenzaron a salir de los tejados montones de globos iluminados con velas que llenaron el cielo con decenas de lucecitas que se movían en la dirección del viento...

9 de enero de 2010

El rey león

Érase una vez una selva perdida por el oeste de la India donde vivía Yodo, el rey león…

Un buen día, un joven león llegó al territorio de Yodo y quiso arrebatarle el trono. Lucharon durante largo tiempo hasta que Yodo no pudo más. El joven león venció y el viejo rey león murió días después de la pelea. Un nuevo reinado comenzaba en la selva…

Yodo dejó huérfanos a tres cachorros, que corrían grave peligro si se quedaban por ahí, cerca del nuevo rey que comenzaba a marcar su territorio. Por ello, su madre llevó a los pequeños a una zona más alejada de la selva. Esto no gustó nada a los pastores que vivían por allí, que veían como sus vacas y búfalos eran menos cada día… Los hambrientos leoncitos se comían todo lo que su madre cazaba por las noches.

Mientras tanto, en el otro lado de la selva se podían oír los rugidos del nuevo rey león retumbando en cada rincón. Todos tenían que saber quién era el que mandaba ahora

Esto, que parece sacado de una película de Disney, es lo que está pasando estos días en la reserva de Gir, único lugar de Asia donde todavía se pueden encontrar leones, exactamente 365 leones asiáticos…