17 de febrero de 2010

Otra frontera y... Laos

Y dejamos atrás Tailandia... No sin antes hacerle una visita al cinematográfico puente sobre el río Kwai...


Próximo destino: Laos.
Y los pasos a seguir para llegar a este país son los siguientes:
1. Llegar hasta un pueblo fronterizo. En este caso, Chiang Kong.
2. Encontrar la pequeña oficina tailandesa donde te estampan un sello que quiere decir que sales del país.
3. Dirigirte a la orilla del Río Mekong, donde esperan las barcas que cruzan el río.
4. Meter los pies en el barro (casi hasta la rodilla).
5. Subirte como puedas en una de las barcas.
6. Cruzar el río...
7. Bienvenido a Laos.


Y desde aquí, dos días navegando por el Mekong hasta llegar al próximo destino.


En las orillas del río, plagadas de vegetación y algunas playas de arena blanca, se pueden ver de vez en cuando cabañas de madera donde viven algunas familias totalmente aisladas del mundo. Pequeños pueblos donde no llega la luz, cuyos habitantes se dedican a la pesca y se mueven de aldea en aldea gracias a pequeños barquitos y un par de remos.


Lo mejor del viaje: ver cómo una niña alemana, rubia y de ojos azules, y un niño de Laos, hijo del capitán del barco, se hacen amigos y comparten sus galletas sin dejar de gritar, probablemente eufóricos por descubrir a un niño/a tan diferente. Pero en el fondo no son tan distintos... Después de un rato gritándose y riéndose, cansados, se sientan encima de sus respectivas madres y miran a sus papás con la misma cara de aburridos, seguramente pensando "¿y cuándo llegamos?".


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