¿Y cuál es su próximo objetivo? Pues tirar todo lo que hay entre Silwan y las casas ocupadas: el barrio de Bustan. Así de claro. Las casas más nuevas son ilegales a ojos del gobierno israelí y para las viejas ya existe un nuevo pretexto: se va a crear un “centro arqueológico de interés para la comunidad” y hay que demoler las casas. Pero la comunidad palestina no tiene ningún tipo de interés en que tiren sus casas para hacer un centro arqueológico, la verdad.
Los vecinos del barrio viven en una protesta constante para que no les tiren sus casas y tienen que soportar las provocaciones de los vecinos de Silwan, las banderas de las casas ocupadas y ver todos los días la Ciudad de David, un parque temático de historia y religión judía, para cuya construcción demolieron casas de palestinos. ¡Para construir un parque temático!
Eso sí, a pesar de que muchas son casas ilegales para el gobierno israelí y ya les han puesto la pegatina que avisa de que tienen una orden de demolición, las familias tienen que seguir pagando impuestos, aunque no tengan ningún tipo de servicio municipal (recogida de basuras, servicios sociales, etc.).
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